Cuando te levantas todos los días y vas a trabajar con alegría a tu puesto de trabajo, siempre mejorara el rendimiento de uno y por consiguiente la producción de la empresa.
Podemos innovar sin grandes costes y manteniendo a los clientes contentos y a la plantilla motivada.
El riesgo es controlable siempre que dependa de ti. Nunca dejes que otros decidan por ti, ya que si los resultados no son los esperados nadie te va a apoyar.
Es preferible retrasar una decisión importante hasta tener claro el resultado. Por eso es importante salirse de la oficina y ver las situaciones desde otra perspectiva.
Ser humilde no esta reñido con los negocios, al contrario, aportan un plus a los mismos, y marca la diferencia sobre el resto de empresas.
Si consigues trasladar confianza a tus clientes, tus clientes no buscarán en la competencia. Recuerda esta frase "Hay personas que esperan a que pasen las cosas y otras que hacen que las cosas pasen". ¿Cual quieres ser tú?